4.8.06

Rebotando

Hace dos meses y medio que volví a ser soltera.

El 20 de mayo finalmente rompí con C... uno con el que anduve yendo y viniendo casi 4 años de mi vida, y con el que no hablo ni veo desde ese día fatídico. Los detalles del porqué nos separamos no importan. Ni importa que lo extrañe con locura. Tampoco importa que nos hayamos amado mucho. Ni que hayamos siempre cogido como los dioses.

Lo que importa es que a pesar de todo eso, los dos queremos cosas diferentes y finalmente decidí salir a buscar lo que realmente quiero en vez de seguir escondiéndome en una relación que no funciona.

Asi que aquí me encuentro en territorio desconocido. Territorio por demás incómodo. Sola. Y aprendiendo a estar bien sola. Aprendiendo a cuidarme a mi misma. Aprendiendo a distinguir la pequeña diferencia que existe entre querer a un hombre que me cuide y proteja, a necesitar que haga esas cosas. Cuando uno mete la desesperación que se crea con la necesidad, creo que algo especial se rompe.

Asi es que comenzé de a poco a conocer otros hombres. Hombres para rebotar, como dicen acá los yanquis. Hombres que te llevan de una relacion a otra. Los encuentro en todos lados. En la playa. En bares. A través de mi personal trainer. Y casualmente todos tienen algo en común. Están recién separados. Y son petisos.

Y estoy convencida que me los manda mi viejo para que no me enamore. Y para que no haga lo que hice con C hace casi 4 años...