La gritona

Este verano a mi prima le regalaron una chanchita bebé, mezcla de jabalí con chancho.

Cuando la conocí tenía 10 días nomás y era una belleza divina. Pero cuando tenía hambre se convertia en un demonio que chirreaba sin parar hasta que no le dieramos de tomar su mamadera. Cosa que habia que hacer cada mas o menos 2 horas.

Lo que más asombra de la situacion no es que la perra de mi prima decidió adoptar a esta chanchita y a una gatita como si las hubiese parido, sino que ademas la perra empezó a tener leche y hasta les daba de mamar.
Era una cosa increible ver a estas dos bebés de razas tan diferentes unirse a una tercera raza con un objetivo final comun. Por supuesto, eventualmente la chancha se puso muy agresiva al tomar la teta y la perra la sacó carpiendo. Tal cual hace una cuando al bruto con el que sale se le va la mano... o mejor dicho, la boca.