Mi sobrina preferida

Fenway es la perra pug de mi amiga Ming. Sus duenos la llamaron Fenway en honor a Fenway Park, el estadio de baseball de los Red Sox de Boston. Es como si mi hermana llamara a su perro "La Bombonera"... igualmente de cuarta.



Desde hace un mes se esta quedando conmigo por varias semanas mientras sus duenos viajan por laburo. Y la verdad es que me asombra cuanto alguien tan chiquitito me puede alegrar tanto la vida. Ella muy bonita no es, pero lo que no tiene en belleza, lo tiene en personalidad. Su ladrido es ridiculo y cuando llegas se pone tan contenta que te trae un hueso en la boca como si fuera un cigarro que es para morirse de risa.



Asi es como le gusta viajar en el auto. Casi, casi le pongo el cinturon de seguridad. Mi auto (que tiene sensores que te recuerdan si no te pusiste el cinturon) siempre suena cuando Fenny viaja conmigo porque la cachorrita esta un poquito subidita de peso... Lo cual no la para cuando de pedir mas comida se trata. Es un pequeno barrilito sin fondo esta.



Es dificil negarle a alguien tan simpatico, dulce y comprador que chupe el plato con juguito de bife, sobre todo cuando ponen una cara de tan muerta de hambre. Pero debo reconocer que pude. Aunque trato por todos los medios que yo cambiara de opinion, la pobre se quedo con las ganas...

De lo que no se quedo con las ganas fue de dormir en la cama conmigo. No es una practica que yo jamas hubiese permitido antes, y mi pobre perro Oliver jamas disfruto de semejante placer, pero sus duenos insistieron y despues de dormir una vez con ella en el sillon, quede enganchada. Asi fue que la otra manana me desperte, mire a mi costado y me encontre con la siguiente imagen. Me tuve que mover muy despacio a agarrar el celular para que no se despertara.



Ya van a ver, en cualquier momento me compro una para mi.