21.8.06

Yo solo queria un Hello Kitty...

Acabo de leer "Cleptomana" en el blog de Charlotte [http://www.charlottepapersuncensored.blogspot.com//] y me trajo a la memoria mis propios incicios con el hurto.

Me recuerdo chiquita en el Highlands School, creo que estaba en primero o segundo grado, y entre tanta chica con plata yo era de las pocas que no tenía nada de Hello Kitty. Y me moría por tener. Tanto que cuando finalmente me regalaron unos anotadorcitos para mi cumple, me pasé meses (bah, años) sin usarlos, mirando los lapicitos chiquititos sin querer gastarlos, admirando lo bonitos que eran. Tanto los idolatraba que todavia los tengo, casi como nuevos, 27 años mas tarde, que lo parió.

Pero tuve una época que no esperaba a que me los regalaran, no señor. Sino que los tomaba sin invitación. Una gomita aquí. Un lapicito allá. Cuando mi vieja se dio cuenta, me empezó a controlar todo el tiempo y si encontraba algo que no era del estilo utilitario que ella nos compraba, lo mandaba a mi hermano, tres años mayor, a que me acompañara mientras yo se los devolvía a la maestra. No recuerdo que haya sido una experiencia denigrante para mi. Debo decir que para lo bestia que mi hermano fue siempre, cuando quería se portaba como un principe y nunca me hizo sentir mal por tener los dedos un tanto pegadizos. Seguro que me gastó a morir y me hizo sentir mal, pero el daño de sus palabras no fue permanente y yo finalmente aprendí la lección. Robar está mal.

Pero esta cosa de llevarse cosas pequeñas, me doy cuenta ahora, era una cosa de familia. Se ve que lo llevo en las venas. A mi viejo le encantaba entrar a algun restaurante los días que llovía y pretender que se había olvidado un paraguas hacía un par de horas. Invariablemente algun boludo se había dejado uno y él salía del restoran muy orgulloso con su nuevo paraguas. Tambien le gustaba coleccionar saleros y pimenteros. En su casa tenía muchos, todos recuerdos de diferentes restoranes que frecuentaba. Seguro que tenía otras cosas que le gustaba llevarse, pero hoy no me las acuerdo.

Ahora que soy grande creo que no robo. Al menos no saleros, paraguas o lapicitos de Hello Kitty. Pero seguro que si voy a una nueva oficina a trabajar, me aseguro de irme con un par de marcadores, lapiceras y hasta Post-its de colores como recuerdo de haber pasado por tal lugar de trabajo. Es asi que en mi casa tengo mas productos de oficina que tiempo para usarlos.