28.2.07

Donde hay dos, caben tres

Desde noviembre que tengo dos amantes en rotacion. Esta es una situacion sin precedentes en mi vida ya que siempre soy la boluda que se engancha del primer forro que le da bola y se pone de novia por 3 años (por suerte siempre fueron forros con buen lomo y simpaticos, pero igual...).

Pero mi terapeuta me viene insistiendo que tres es lo ideal, al menos hasta que aparezca uno que merezca tener exclusividad. Y yo, que soy una buena chica (cuando quiero, of course) esta vez obedecí.

A fines de diciembre tuve un pequeño relapse con mi ex (ver previous blogs) pero debo decir que finalmente se me fueron las ganas de verlo. Es como que la situacion finalmente terminó decepcionandome y ya ni hay nervios cuando se me acerca.

Por eso es que la semana pasada me puso muy contenta conocer al candidato #3. Despues de un par de llamadas desencontradas, hoy charlamos y quedamos en vernos el sabado.

Está bueno sentirme que voy por buen camino. Me da la certeza de que todo va a estar bien. Y que no hay nada por qué preocuparme. Sólo disfrutar de esta nueva etapa de mi vida.

16.2.07

Pregunta por demás perfecta

Mi prima solía tener una boutique de ropa. Despues de unos años no sólo vendía ropa diseñada por ella, sino que tambien se dedicaba a los uniformes de empresas.

Un día, mientras estaba con una clienta, llegó uno de sus mejores clientes que le compraba al por mayor. Este señor era muy buen comerciante y entendía que a mi prima le era muy imporante terminar de atender a la clienta antes que a él, asi que se sentó a esperar tranquilo.

Mientras él esperaba la clienta no paraba de probarse ropa. Se ponía y se sacaba vestidos, pantalones, blusas y polleras. Nada le gustaba. Nada la satisfacía. Todo decía que le quedaba mal.

Mi prima es una vendedora muy buena, pero no encontraba nada que a ésta clienta le gustara. Y a todo esto el comerciante miraba tranquilo.

Despues de casi una hora de lo mismo y mientras la clienta comentaba cómo pensaba que un traje la hacía gorda, el comerciante la miró, e impávido y sin juzgarla, le dijo:

"Vos tenés quién te atienda el celo?"

La clienta lo miró. Se rió y decidió comprarse el trajecito que llevaba puesto.